lunes, 26 de septiembre de 2011

Pasos y Horas (Ricardo Dávila)

La calle está sola y yo voy solo
y aunque mis pies están cubiertos, sus pasos suenan solos, descalzos:
ecos de mis huellas, latidos de mi corazón que caen y se libran de mi cuerpo.

Mis pasos van,
y yo voy
montado en ellos,
dejándolos atrás, en el ayer,
en el ahora,
en este eterno caminar del tiempo sin tiempo: laberinto sin entrada.

En esta calle sola,
¿dónde está la gente,
las ventanas abiertas de música,
el jardín de pasos en el que jugaban mis pasos?

Reconozco las grietas,
las palabra del aire, las esquinas;

Yo soñé con esta calle,
yo soñé con este día,
antes de pensar sé lo que voy a pensar
me miro las manos y reconozco el mapa que hay en ellas

… sé hacia donde voy y no quiero…

Mis pasos suenan como el segundero de un reloj.



sábado, 24 de septiembre de 2011

Acaso fue la tarde ( Teresa Aburto Uribe )


Acaso fue la tarde
la que escondió en su penumbra
el sentimiento y lo durmió.

Acaso fue el cansancio
el que envolvió tanta ternura
en un colchón de sueños y lo durmió.

Acaso fue el silencio
el que atrapó al corazón
en un vacío sin ruidos y lo durmió.

Acaso fue el tiempo
el que frenó los impulsos
en un espacio sin formas y lo durmió.


Acaso fui yo
quien invitó a  "mi todo"
a aplacar la tormenta y lo durmió.




 

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Distancia Aniquilada (Orlando Tijerino, Nicaragua, 1930)


Extiende tú la mano
y mira como alcanzas la mía en la distancia;
si pareciera casi
que un volcán de kilómetros, en erupción fantástica,
se transformara en nube de cenizas,
se convirtiera en nada.

Tan cerca estás… tan lejos,
¡ que casi siento encima tu fragancia;
que casi tacto el viento que surgía
de tus manos abiertas, como pampas !

Vuelve tus ojos como quien no quiere
y encontrarás los míos en cada madrugada;
en el temblor que deja el horizonte
con cada sol que se alza;
en cada nubarrón que trasnochó en la selva
y llevó apenas una gota de agua
hasta la cara misma de la tierra
donde dejé una lágrima…

Quizá dirás entonces
que amaneció llorando la tierra abandonada!

Lanza un grito hacia el cielo
y espera… La lejana
oquedad del abismo
le hará nacer un eco a tu llamada,
multiplicada en el vacío inmenso
que habita en mi garganta…
No será más el eco de tu grito
¡ sino el alma del eco del grito de mi alma !

Ya ves, estamos lejos… Estamos cerca… Estamos juntos…
¡En medio de una enorme distancia aniquilada!




Itaca ( Constantino Cavafis )


Si vas a emprender viaje hacia Itaca,
pide que tu camino sea largo,
y rico en experiencias y aventuras.
A legistrones, cíclopes o fiero
Poseidón, nunca temas.

No hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.

Ni a los legistrones ni a los cíclopes,
ni al fiero Poseidón encontrarás nunca
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.

Pide que tu camino sea largo,.
que numerosas sean las mañanas
de verano en que arribes a bahías
nunca vistas, con ánimo gozoso.

Detente en los emporios de Fenicia,
adquiere hermosos artículos:
madreperla y coral, ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos
cuanto puedas invierte en voluptuosos
y delicados perfumes.
Visita
muchas ciudades egipcias y aprende,
con avidez aprende de los sabios.

A Itaca tenla siempre en la memoria.
Llegar allá es tu meta,
mas no apures el regreso.
Mejor que se dilate con los años
y, en tu vejez, arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Itaca te enriquezca.
Un hermoso viaje te dio Itaca. Sin ella
el camino no hubieras emprendido.
Mas, ninguna otra cosa puede darte.

Aunque pobre la encuentres, no hubo engaño.
Rico en saber y en vida como has vuelto, comprendes
qué significan las Itacas.
 
 


lunes, 19 de septiembre de 2011

El Corazón Más Plano de la Tierra ( Roberto Juarroz)


El corazón más plano de la tierra,
el corazón más seco,
me mostró su ternura,
y yo tuve vergüenza de la mía.

Tuve vergüenza de los himnos largos,
de las constelaciones derramadas,
de los gestos nupciales y espumosos,
de las escarapelas del amor,
de los amaneceres desplomados.

Y también tuve miedo.

Miedo de las palabras que no cantan,
miedo de las imágenes que sobran
cuando tanto ser falta,
miedo de los roedores que se baten
en la iglesia vacía,
miedo de las habitaciones bautismales
que se llenan de águilas.

El corazón más plano de la tierra
me hizo aprender el salto en el abismo
de una sola mirada.



Coplas Elegíacas (Antonio Machado )


¡Ay del que llega sediento
a ver el agua correr,
y dice: la sed que siento
no me la calma el beber! 

 ¡Ay de quien bebe y, saciada
la sed, desprecia la vida:
moneda al tahúr prestada,
que sea al azar rendida! 

 Del iluso que suspira
bajo el orden soberano,
y del que sueña la lira
pitagórica en su mano. 

 ¡Ay del noble peregrino
que se para a meditar,
después de largo camino
en el horror de llegar! 

 ¡Ay de la melancolía
que llorando se consuela,
y de la melomanía
de un corazón de zarzuela! 

 ¡Ay de nuestro ruiseñor,
si en una noche serena
se cura del mal de amor
que llora y canta sin pena! 

 ¡De los jardines secretos,
de los pensiles soñados,
y de los sueños poblados
de propósitos discretos! 

 ¡Ay del galán sin fortuna
que ronda a la luna bella;
de cuantos caen de la luna,
de cuantos se marchan a ella! 

 ¡De quien el fruto prendido
en la rama no alcanzó,
de quien el fruto ha mordido
y el gusto amargo probó! 

 ¡Y de nuestro amor primero
y de su fe mal pagada,
y, también, del verdadero
amante de nuestra amada!

Me dijo una Tarde ( Antonio Machado ) de "Cantares"

 
Me dijo una tarde
de la primavera:
Si buscas caminos
en flor en la tierra,
mata tus palabras
y oye tu alma vieja.

Que el mismo albo lino
que te vista sea
tu traje de duelo,
tu traje de fiesta
.
Ama tu alegría
y ama tu tristeza,
si buscas caminos
en flor en la tierra.

Respondí a la tarde
de la primavera:

Tú has dicho el secreto
que en mi alma reza:
yo odio la alegría
por odio a la pena.

Mas antes que pise
tu florida senda,
quisiera traerte
muerta mi alma vieja.
 



domingo, 18 de septiembre de 2011

Solitario Invencible ( Vicente Huidobro )

 
Resbalando
como canasta de amarguras
con mucho silencio y mucha luz
dormido de hielos.

Te vas y vuelves a ti mismo
te ríes de tu propio sueño
pero suspiras poemas temblorosos
y te convences de alguna esperanza.

La ausencia, el hambre de callar
de no emitir más tantas hipótesis
de cerrar las heridas habladoras
te da una ansia especial
como de nieve y de fuego.

Quieres volver los ojos a la vida
tragarte el universo entero
esos campos de estrellas
se te van de la mano después de la catástrofe
cuando el perfume de los claveles
gira en torno de tu eje.
 


Piedra ( José Emilio Pacheco )

 
Lo que dice la piedra
sólo la noche puede descifrarlo.

Nos mira con su cuerpo todo de ojos
Con su inmovilidad nos desafía
Sabe implacablemente ser permanencia.

Ella es el mundo que otros desgarramos.







Sin Poesía ( Alfredo Larvergne )

 
Sin poesía,
la humanidad agoniza.

Primero mueren los poetas.

...Tardíos y solitarios...

Los dioses se echan al hombro
las máscaras.

...Sin poesía...


Quiero Volver del Viento (Manu Cancer)


Quiero volver del viento,
escrutar las palabras
y hablarte,
hablarte con mis manos llenas de cicatrices y regueros.

Quiero morir con los olivos,
silbar dentro de un grillo,
quiero morir
con los olivos.

Con el otoño intenso
me marcharé también,
seguramente caminando
por la desolación de grandes avenidas llenas de hojas,
con manos de naranjos encogidos.

Sé que voy a llorar,
llorar como hace tiempo,
llorar con los oídos, llorar con mis diez dedos,
sé que voy a llorar
hasta que me enronquezca el corazón,
hasta que yo, yo mismo,
sea otro.


sábado, 17 de septiembre de 2011

Árbol de Diana ( Alejandra Pizarnik )

 
3
Sólo la sed
el silencio
ningún encuentro
cuídate de mí amor mío
cuídate de la silenciosa en el desierto
de la viajera con el vaso vacío
y de la sombra de su sombra.
 
6
Ella se desnuda en el paraíso
de su memoria
ella desconoce el feroz destino
de sus visiones
ella tiene miedo de no saber nombrar
lo que no existe.

7
Salta con la camisa en llamas
de estrella a estrella,
de sombra en sombra.
Muere de muerte lejana
la que ama al viento.

11
Ahora
en esta hora inocente
yo y la que fui nos sentamos
en el umbral de tu mirada.
 
I

Pero a ti quiero mirarte 
hasta que tu rostro se aleje de mi miedo 
como un pájaro del borde
filoso de la noche.





jueves, 15 de septiembre de 2011

Asunción de ti . 3. ( Mario Benedetti )


Puedes querer el alba
cuando ames.

Puedes
venir a reclamarte como eras.
He conservado intacto tu paisaje.

Lo dejaré en tus manos
cuando éstas lleguen, como siempre,
anunciándote.

Puedes
venir a reclamarte como eras.

Aunque ya no seas tú.

Aunque mi voz te espere
sola en su azar
quemando
y tu sueño sea eso y mucho más.

Puedes amar el alba
cuando quieras.

Mi soledad ha aprendido a ostentarte.

Esta noche, otra noche
tú estarás
y volverá a gemir el tiempo giratorio
y los labios dirán
esta paz ahora esta paz ahora.
 
Ahora puedes venir a reclamarte,
penetrar en tus sábanas de alegre angustia,
reconocer tu tibio corazón sin excusas,
los cuadros persuadidos,
saberte aquí.

Habrá para aprender otra piedad
y el momento del sueño y el amor
que aquí permanecieron.

Esta noche, otra noche
tú estarás,
tibia estarás al alcance de mis ojos,
lejos ya de la ausencia que no nos pertenece.

He coservado intacto tu paisaje
pero no sé hasta donde está intacto sin tí,
sin que tú le prometas horizontes de niebla,
sin que tú le reclames su ventana de arena.

Puedes querer el alba cuando ames.

Debes venir a reclamarte como eras.

Aunque ya no seas tú,
aunque contigo traigas
dolor y otros milagros.

Aunque seas otro rostro
de tu cielo hacia mí. 




Asunción de ti. 1 ( Mario Benedetti )


Quién hubiera creído que se hallaba
sola en el aire, oculta,
tu mirada.

Quién hubiera creído esa terrible
ocasión de nacer puesta al alcance
de mi suerte y mis ojos,
y que tú y yo iríamos, despojados
de todo bien, de todo mal, de todo,
a arrojarnos en el mismo silencio,
a inclinarnos sobre la misma fuente
para vernos y vernos
mutuamente espiados en el fondo,
temblando desde el agua,
descubriendo, pretendiendo alcanzar
quién eras tu detrás de esa cortina,
quién era yo detrás de mi.

Y todavía no hemos visto nada.

Espero que alguien venga, inexorable,
siempre temo y espero,
y acabe por nombrarnos en un signo,
por situarnos en alguna estación
por dejarnos allí, como dos gritos
de asombro.

Pero nunca será. Tú no eres ésa,
yo no soy ése, ésos, los que fuimos
antes de ser nosotros. 

Eras sí pero ahora
suenas un poco a mí.

Era sí pero ahora
tengo un poco de ti.

No demasiado, solamente un toque,
acaso un leve rasgo familiar,
pero que fuerce a todos a abarcarnos
a ti y a mí cuando nos piensen solos.

 

 

martes, 13 de septiembre de 2011

Para Inventar el Alba ( Manuel Pacheco )


Quisiera una noche de gargantas azules.
Una noche dormida en la cuna del arpa,
pequeña de luna que sumida en tus pechos
escuchase el perfume de una flor chopiniana.
En el fondo de un vaso descubrir tu silueta
y tender a tus labios mis venas,
para que el ansia de besarme la sangre
me hiciese caminar una ruta sin mapa.


Deseo una noche con árboles de nieve,
con luna verde cubierta de pestañas,
en el agua de un pozo la sombra de un piano,
dientes liberados mordiendo una sonata.
Qué tuya y qué mía será la sombra aquella.
Tengo en mi cartera tus pupilas guardadas.
Tienes en tus pulsos mi retrato pequeño,


en caja de agujas mi verso esmeralda.
Pero ni tú ni yo, ni la noche ni el barco
saben la razón de una esponja caída.
La arena del mar libera las playas.


Lo saben tus ojos colgados de árboles,
lo saben mis uñas en limones clavadas.
Tus labios perdidos por la tecla más íntima
y el copo de la aurora besándote la cara.
Tu aliento entre mis manos es pájaro herido.
Un jardín llorado. El látigo del agua
fustiga el lamento de una sien de alabastro.


Cabalga la noche montañas de viento.
En el cáliz del beso inventamos el alba.
 
 
 

lunes, 12 de septiembre de 2011

Verbos ( Arturo Quetzalcoatl Torres Herrera )


 Es una mujer llena de verbos,
los lleva en todo el cuerpo,
saltan de su pelo a la hora del amor,
te tropiezas con ellos en su sur y en su norte,
los sorbes de su lengua y sus labios,
¡ está inundada de verbos !

Envuelto en su piel he aprendido a
morder
besar,
tocar,
chupar,
acariciar,
            sentir,
                    comer,
                             amar,
                                     quemar,
                                                 gozar,
                                     gritar,
                             venir,
                    entrar,
         mover,
subir,
bajar,
llorar,
reír,
cantar...

Ella inventa verbos cada día
y es mi deber el descubrirlos,
por eso acudo cada noche
al diccionario de su cuerpo.



domingo, 11 de septiembre de 2011

Canto V ( Extracto ) ( Vicente Huidobro )

 
Ningún navegante ha encontrado la rosa de los mares
la rosa que trae el recuerdo de sus abuelos
del fondo de sí misma
cansada de soñar
cansada de vivir en cada pétalo.
 
Viento que estás pensando en la rosa del mar
yo te espero de pie al final de esta línea
yo sé dónde se esconde la flor que nace del sexo de las sirenas
en el momento del placer
cuando debajo del mar empieza a atardecer
y se oye crujir las olas
bajo los pies del horizonte.

Yo sé yo sé dónde se esconde
el viento tiene la voz de abeja de la joven pálida
la joven pálida como su propia estatua
que yo amé en un rincón de mi vida
cuando quería saltar de una esperanza al cielo
y caí de naufragio en naufragio de horizonte en horizonte.
 
Entonces vi la rosa que se esconde
Y que nadie ha encontrado cara a cara.

.....................................

¿Has visto este pájaro de islas lejanas
arrojado por la marea a los pies de mi cama?

¿Has visto el anillo hipnótico que va de ojo a ojo
del amor al amor del odio al odio
del hombre a la mujer del planeta a la planeta ?

¿Has visto en el cielo desierto
la paloma amenazada por los años
con los ojos llenos de recuerdos
con el pecho lleno de silencio
más triste que el mar después de un naufragio? 
 


sábado, 10 de septiembre de 2011

Pequeño Vals Vienés ( Federico García Lorca )


En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.

Hay un salón con mil ventanas.
¡Ay, ay, ay, ay!

Toma este vals con la boca cerrada.
Este vals, este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.

Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.

En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados,
hay frescas guirnaldas de llanto.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.

Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals, este vals del "Te quiero siempre".

En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orillas tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals.
 
 
 

Aquí Están Todas las Rosas Encarnadas del Deseo... ( Gabriel Celaya )


¡Aquí están todas las rosas encarnadas del deseo! 

Allí la luna, callada,
blanca y estéril, mirando,
espejo vuelto a sí mismo,
su perfección de narciso:
soledad en aguas blancas
de lo blanco quieto y frío. 

Dura o sin sangre, tranquila,
se está mirando a sí misma,
mientras rosas encarnadas,
pulpa y amor, carne viva,
bajo una brisa caliente
se desmayan de delicia. 

Con los ojos en la luna,
bajo los pies, rosas rojas,
estoy esperando, quieto,
que tú, que yo mismo venga
sigiloso por la espalda,
con la sorpresa de un beso
blanco y verde de silencio,
que tú, que yo mismo venga
con un beso
muerto de puro perfecto.



viernes, 9 de septiembre de 2011

Corrientes ( Ramón Rojas Morel )


 Basta de poemas por hoy.

Después de todo no son
pañuelos descartables.

Ya de nada sirve
exprimir el verso
si todo es en vano.

Las palabras deben ser
honradas con el deseo
de un sol a pleno,
el beso tierno
y el amor a fuego intenso.

Basta de poemas por hoy.

Iré a buscar el sueño
y tal vez te encuentre dentro.
 




jueves, 8 de septiembre de 2011

Donde Habite el Olvido ( Luis Cernuda )


Donde habite el olvido, 
en los vastos jardines sin aurora;

Donde yo sólo sea 
memoria de una piedra sepultada entre ortigas
sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
donde el deseo no exista.
en esa gran región donde el amor, ángel terrible,
no esconda como acero
en mi pecho su ala,
sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento. 

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
sometiendo a otra vida su vida,
sin más horizonte que otros ojos frente a frente.
donde penas y dichas no sean más que nombres, 
cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;

 Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
disuelto en niebla, ausencia,
ausencia leve como carne de niño. 

Allá, allá lejos;

Donde habite el olvido.



miércoles, 7 de septiembre de 2011

El Blues del Pescador ( Waterboys)


Me gustaría ser un pescador
tumbado sobre el mar
lejos de tierra firme
  y de sus amargos recuerdos
lanzando el sedal
con soledad y amor
sin techo que soportar encima de mi
excepto un cielo lleno de estrellas
con luz sobre mi cabeza
  y tú en mis brazos.

Me gustaría ser un guardafrenos
en un tren enfurecido
chocando de cabeza contra el corazón de la tierra
como un cañón en la lluvia
con el golpeteo de las traviesas de la vía
  y el calor del carbón
contando los pueblos que atravesamos
en una noche llena de emociones
con luz sobre mi cabeza
  y tú en mis brazos.

Pero desgraciadamente yo sé que todo esto será olvidado 
porque me aferran las ataduras del presente
pero algún día esas cadenas que me amarran se romperán
  y en ese bello y precioso día
te tomare en mis brazos
conduciré el tren
  y seré pescador
con luz sobre mi cabeza
-Y tú en mis brazos-

martes, 6 de septiembre de 2011

Canción del Amor Lejano ( José Angel Buesa )

 
Ella no fue, entre todas, la más bella,
pero me dio el amor más hondo y largo.
Otras me amaron más; y, sin embargo,
a ninguna la quise como a ella.

Acaso fue porque la amé de lejos,
como una estrella desde mi ventana...
Y la estrella que brilla más lejana
nos parece que tiene más reflejos.

Tuve su amor como una cosa ajena
como una playa cada vez más sola,
que únicamente guarda de la ola
una humedad de sal sobre la arena.

Ella estuvo en mis brazos sin ser mía,
como el agua en cántaro sediento,
como un perfume que se fue en el viento
y que vuelve en el viento todavía.

Me penetró su sed insatisfecha
como un arado sobre llanura,
abriendo en su fugaz desgarradura
la esperanza feliz de la cosecha.

Ella fue lo cercano en lo remoto,
pero llenaba todo lo vacío,
como el viento en las velas del navío,
como la luz en el espejo roto.

Por eso aún pienso en la mujer aquella,
la que me dio el amor más hondo y largo...
Nunca fue mía. No era la más bella.
Otras me amaron más... Y, sin embargo,
a ninguna la quise como a ella.
 


domingo, 4 de septiembre de 2011

Canción del Viaje ( José Angel Buesa )

 
Recuerdo un pueblo triste y una noche de frío
y las iluminadas ventanillas de un tren.
Y aquel tren que partía se llevaba algo mío,
ya no recuerdo cuando, ya no recuerdo quien.

Pero sí que fue un viaje para toda la vida
y que el último gesto, fue un gesto de desdén,
porque dejó olvidado su amor sin despedida
igual que una maleta tirada en el andén.

Y así, mi amor inútil, con su inútil reproche,
se acurrucó en su olvido, que fue inútil también.

Como esos pueblos tristes, donde llueve de noche,
como esos pueblos tristes, donde no para el tren.
 



Mujer de Humo ( Dulce María Loynaz )


Hombre que me besas,
hay humo en tus labios.
Hombre que me ciñes,
viento hay en tus brazos.

Cerraste el camino,
yo seguí de largo;
alzaste una torre,
yo seguí cantando...

Cavaste la tierra,
yo pasé despacio...
Levantaste un muro
¡Yo me fui volando!...

Tu tienes la flecha:
yo tengo el espacio;
tu mano es de acero
y mi pie es de raso...

Mano que sujeta,
pie que escapa blando...
¡Flecha que se tira!...
(El espacio es ancho...)

Soy lo que no queda
ni vuelve. Soy algo
que disuelto en todo
no está en ningún lado...

Me pierdo en lo oscuro,
me pierdo en lo claro,
en cada minuto
que pasa... En tus manos.

Humo que se crece,
humo fino y largo,
crecido y ya roto
sobre un cielo pálido...

Hombre que me besas,
tu beso es en vano...
Hombre que me ciñes:
¡Nada hay en tus brazos!



Para Callar ( Federico Hernández Aguilar )


Para callar no necesito mi silencio.

Me muevo.

Se mueve la hoja que cae y no lo sabe.

El aire es la denuncia natural del tiempo.

Para callar no necesito mi silencio.

No puedo remover una pestaña
sin tocar un rostro.

La palabra es injusta si la tengo.

Para callar no necesito mi silencio.

Necesito tiempo.




Hoy Tengo Casi todas las Palabras ( Roberto Juarroz )


Hoy tengo casi todas las palabras.

Pero me faltan casi todas.

Cada vez me faltan más.

Apenas si puedo unir estas que escribo
para decir el resto de ternura
y el hueco de temor
que se esconden en la ausencia de todo,
en la creciente ausencia
que no pide palabras.

O pide tal vez una:
la única palabra que no tengo
y que sin embargo no me falta.




Silencio ( Octavio Paz )

 
Así como del fondo de la música
brota una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio
otro silencio, aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.
 



La Llama ( Extracto final ) ( Antonio Colinas )

 
Contemplo una llama muy quieta en la penumbra
de suaves jardines,
a la orilla de un mar calmo y antiguo,
y me voy encendiendo con la dicha
de saber que no existe otra verdad
que no sea esa llama, es decir,
la del amor que es don y que es condena.

Son llamas las palabras y son llamas los ojos,
que lloran sin llorar por el ser que yo fui
(aquel fuego cansado que temblaba
junto a otros jardines de otro mar)
y por el ser que ahora está mirando
fijamente una llama,
y que es, en soledad, la llama más gozosa. 
 
 



Gota de Lluvia ( José Emilio Pacheco )



Una gota de lluvia temblaba en la enredadera.

Toda la noche estaba en esa humedad sombría

que de repente

iluminó la luna.


Poemas de Luz ( Ana Mañeru )

 
Al filo de la sombra,
donde empieza la luz,
dividida, recomienzo
al filo de la luz,
donde acaba la sombra
confusa, recomienzo.
 



Tú me llamas Amor ( Luis García Montero )


Tú me llamas, amor, yo cojo un taxi,
cruzo la desmedida realidad
de febrero por verte,
el mundo transitorio que me ofrece
un asiento de atrás,
su refugiada bóveda de sueños,
luces intermitentes como conversaciones,
letreros encendidos en la brisa,
que no son el destino,
pero que están escritos encima de nosotros.
            
Ya sé que tus palabras no tendrán
ese tono lujoso, que los aires
inquietos de tu pelo
guardarán la nostalgia artificial
del sótano sin luz donde me esperas,
y que, por fin, mañana
al despertarte,
entre olvidos a medias y detalles
sacados de contexto,
tendrás piedad o miedo de ti misma,
vergüenza o dignidad, incertidumbre
y acaso el lujurioso malestar,
el golpe que nos dejan
las historias contadas una noche de insomnio.
            
Pero también sabemos que sería
peor y más costoso
llevárselas a casa, no esconder su cadáver
en el humo de un bar.
            
Yo vengo sin idiomas desde mi soledad,
y sin idiomas voy hacia la tuya.
No hay nada que decir,
      pero supongo
que hablaremos desnudos sobre esto,
algo después, quitándole importancia,
avivando los ritmos del pasado,
las cosas que están lejos
y que ya no nos duelen.




Contraelegía ( José Emilio Pacheco )


Mi único tema es lo que ya no está
Y mi obsesión se llama lo perdido
Mi punzante estribillo es nunca más
Y sin embargo amo este cambio perpetuo
este variar segundo tras segundo
porque sin él lo que llamamos vida
sería de piedra.




La Rosa Rota Lejos de Nosotros ( Héctor Edgardo de León Born )


Ya para nunca vos

un bajar de mareas, luna ahogada
y el ayer destrozado en las rompientes

mi grito, como pájaro suicida
desde un cenit de adioses en picada
ya para nunca vos

caigo como una roca
por las laderas de la noche
y hay ovillos de sangre en mis palabras
disecando recuerdos

tu piel ahora es un azote oscuro
descarnandos los párpados y el aire
en medio de la noche abierta en lluvia

tu piel, tus besos, como vidrios rotos
y un bajar de mareas que te alejan
con mis hogueras naufragadas

ya nunca más tus brazos en mi espalda
ni el verdor de tus ojos como un brindis
brillando en la humedad de nuestros labios
ni el rosal, ni los cantos, ni los grillos,
sólo noche y silencio y huracanes
claraboyas hundidas, barcas muertas,
y el viento sur llevando las cenizas
de las grises caricias ahuesadas

ya para nunca vos, fuego en la lluvia,
lluvia en el rostro, rostro en el olvido,
la rosa rota lejos de nosotros

ya para nunca vos
ya para nunca


Consejos ( Antonio Machado )

 
Sabe esperar, aguarda que la marea fluya
—así en la costa un barco— sin que al partir te inquiete.

Todo el que aguarda sabe que la victoria es suya;
porque la vida es larga y el arte es un juguete.

Y si la vida es corta
y no llega la mar a tu galera,
aguarda sin partir y siempre espera,
que el arte es largo y, además, no importa.




Caída ( El Jardín de la Amada )

 
No me sueltes.

No todavía.

Quedan silencios por compartir.

Palabras por inventar.

Permanezcamos.

Inmóviles.

Con la frialdad de la nieve.

Con la esperanza del desahuciado.

Con la avidez  del sediento.

Hay lágrimas en tus ojos.

Sonríe.

Ahora que ya me comprendes..
 
 -Déjame caer-
 



La Poesía ( Pablo Neruda )


Y fue a esa edad... Llegó la poesía
a buscarme. No sé, no sé de dónde
salió, de invierno o río.
No sé cómo ni cuándo,
no, no eran voces, no eran
palabras, ni silencio,
pero desde una calle me llamaba,
desde las ramas de la noche,
de pronto entre los otros,
entre fuegos violentos
o regresando solo,
allí estaba sin rostro
y me tocaba.

Yo no sabía qué decir, mi boca
no sabía
nombrar,
mis ojos eran ciegos,
y algo golpeaba en mi alma,
fiebre o alas perdidas,
y me fui haciendo solo,
descifrando
aquella quemadura,
y escribí la primera línea vaga,
vaga, sin cuerpo, pura
tontería,
pura sabiduría
del que no sabe nada,
y vi de pronto
el cielo
desgranado
y abierto,
planetas,
plantaciones palpitantes,
la sombra perforada,
acribillada
por flechas, fuego y flores,
la noche arrolladora, el universo.

Y yo, mínimo ser,
ebrio del gran vacío
constelado,
a semejanza, a imagen
del misterio,
me sentí parte pura
del abismo,
rodé con las estrellas,
mi corazón se desató en el viento.





El Tango ( Extracto ) ( Jorge Luis Borges )


En los acordes hay antiguas cosas:
el otro patio y la entrevista parra.
(Detrás de las paredes recelosas
el Sur guarda un puñal y una guitarra.)

Esa ráfaga, el tango, esa diablura,
los atareados años desafía;
hecho de polvo y tiempo, el hombre dura
menos que la liviana melodía,
que solo es tiempo. El Tango crea un turbio
pasado irreal que de algún modo es cierto,
el recuerdo imposible de haber muerto
peleando, en una esquina del suburbio.