lunes, 9 de julio de 2012

Iluminación (Alejandro Jodorowsky)



Este es el momento en que los  límites se abren como los pétalos de una flor que crece en el pantano.

Lo que fue una celda negra estalla en tentáculos de luz. Se acaban las fronteras y esfuman las definiciones, nada se puede comparar, ni juzgar, calma eterna donde desembocan los ilusorios egos dejando de ser islas para entregarse al éxtasis del corazón único y disolverse en tremendos latidos de amor.

 
La fragancia de cada ser, el vibrar sublime de las ideas, el dulce calor del sentimiento afectivo, la estela brillante de cada acción bondadosa, el temblor esencial de la pasión, esto es eterno, no ha venido ni se está yendo, es una caricia de lo que por siempre es.
 
Quiero que estas palabras besen tus ojos, que las plantas de tus pies acaricien el suelo donde se posan, que tu cuerpo dibuje en el aire laberintos sagrados. Nada es inútil, todo sirve para algo, todo es una búsqueda que sólo puede terminar cuando nos convertimos en lo que buscamos.
 
El filósofo se convierte en la verdad, el artista se convierte en la belleza, el nadador se convierte en el agua, el poeta abre una nueva puerta en su poema.
 
 Pueda un alba sin fin inundar tu memoria, que los huesos de tu cráneo se cubran de palabras sagradas, que en lugar de dinero intercambies mariposas blancas.
 
Cada instante es el mascarón de proa del tiempo total, este es el momento elegido, hoy es la eternidad, tu cuerpo es el infinito, tu Yo es la divinidad. 

Deja arder la memoria, siente ternura por cada mente que se desprecia, deja que el mundo de los codiciosos se vuelva invisible.

 Y Tú sé como un árbol que toma la forma que le dicta el canto de sus pájaros.











Poema de un Recuerdo (Gustavo Alejandro Castiñeiras)



Dime por favor donde no estás
en qué lugar puedo no ser tu ausencia
dónde puedo vivir sin recordarte,
y dónde recordar, sin que me duela.


Dime por favor en que vacío,
no está tu sombra llenando los centros;
dónde mi soledad es ella misma,
y no el sentir que tú te encuentras lejos.


Dime por favor por qué camino,
podré yo caminar, sin ser tu huella;
dónde podré correr no por buscarte,
y dónde descanzar de mi tristeza.


Dime por favor cuál es la noche,
que no tiene el color de tu mirada;
cuál es el sol, que tiene luz tan solo,
y no la sensación de que me llamas.


Dime por favor donde hay un mar,
que no susurre a mis oídos tus palabras.


Dime por favor en qué rincón,
nadie podrá ver mi tristeza;
dime cuál es el hueco de mi almohada,
que no tiene apoyada tu cabeza.


Dime por favor cuál es la noche,
en que vendrás, para velar tu sueño;
que no puedo vivir, porque te extraño;
y que no puedo morir, porque te quiero.