viernes, 5 de diciembre de 2014

La Luna (Jaime Sabines)



La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas. 

Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía. 

Un pedazo de luna en el bolsillo
es mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
para ser rico sin que lo sepa nadie
y para alejar a los médicos y las clínicas. 

Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir.

Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver. 

Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados. 

Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas.


 - Dedicado a Filippoint- 





2 comentarios:

Filippoint dijo...

Me ha encantado, eres un amor

IMa_ dijo...

No mereces menos, Filippoint... Y sí mucho más...