Encontré a la maga.
Pero lo que ella no sabe
es que yo también sé
desaparecer de pronto
sin una sola palabra.
Claro que por si acaso,
por si ella vuelve
y yo ya me he ido,
decidle que mire bien,
que meta toda la mano,
y el cuerpo si es necesario,
hasta el último pliegue
del fondo de mi sombrero.
Pero lo que ella no sabe
es que yo también sé
desaparecer de pronto
sin una sola palabra.
Claro que por si acaso,
por si ella vuelve
y yo ya me he ido,
decidle que mire bien,
que meta toda la mano,
y el cuerpo si es necesario,
hasta el último pliegue
del fondo de mi sombrero.
A ver si descubre allí,
en ese país que existe
solo al final del cuento,
y a donde van cayendo
una por una todas
las magas, quién era
en realidad el mago.
en ese país que existe
solo al final del cuento,
y a donde van cayendo
una por una todas
las magas, quién era
en realidad el mago.
Imagen: Christian Schloe
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