Dejé un instante de pensarte. Había 
sucedido algo en ti cuando volviste.
 Venías más nostálgico, más triste, 
seco tu sol que iluminó mi día. 
Alguien -sé quién- que yo no conocía, 
alguien que calza sueños de oro, y viste 
almas dolientes, te pensó. Caíste 
al pozo donde muere la alegría. 
¿Por qué fuiste pensado, malherido,
 pensamiento de amor?  ¿Cómo han podido 
pasarte el corazón de parte a parte? 
¿Por qué volviste a mí, sufriendo, a herirme? 
¿No recuerdas que tengo que ser firme? 
¿Es que no ves que tengo que matarte? 
 

 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario