domingo, 18 de diciembre de 2011

Puro Teatro ( La Lupe )


Igual que en un escenario
finges tu dolor barato
tu drama no es necesario
yo conozco ese teatro.

Mintiendo
que bien te queda el papel
después de todo parece
que esa es tu forma de ser .

Yo confiaba ciegamente
en la fiebre de tus besos, 
mentiste serenamente
y el telón cayó por eso.

- Teatro -

Lo tuyo es puro teatro,
falsedad bien ensayada
estudiado simulacro,
fue tu mejor actuación
destrozar mi corazón .

Y hoy que me lloras de veras
recuerdo tu simulacro,
perdona que no te crea
me parece que es teatro. 

Y acuérdate
que según tu punto de vista
yo soy la mala....

- Aaayyy-

- Teatro -

Lo tuyo es puro teatro,
falsedad bien ensayada
estudiado simulacro,
fue tu mejor actuación
destrozar mi corazón .

Y hoy que me lloras de veras
recuerdo tu simulacro,
perdona que no te crea
me parece que es teatro.
 
Yo confiaba ciegamente
en la fiebre de tus besos
mentiste serenamente
y el telón cayó por eso.
Perdona que no te crea
me parece que es teatro
Pero perdona que ya no te crea
me parece que es teatro.

Lo tuyo.

Lo tuyo es puro teatro.





Deixis en Fantasma ( Ángel González )



Aquello.
No eso.
Ni
-mucho menos- esto.
Aquello.
Lo que está en el umbral
de mi fortuna.
Nunca llamado, nunca
esperado siquiera;
sólo presencia que no ocupa espacio,
sombra o luz fiel al borde de mí mismo
que ni el viento arrebata, ni la lluvia disuelve,
ni el sol marchita, ni la noche apaga.
Tenue cabo de brisa
que me ataba a la vida dulcemente.
Aquello
que quizá hubiese sido
posible,
que sería posible todavía
hoy o mañana si no fuese
un sueño.
 
 
 
 
 

jueves, 15 de diciembre de 2011

El Títere ( Letra: Jorge Luis Borges- Música: Astor Piazzolla )


A un compadrito le canto
que era el patrón y el ornato
de las casas menos santas
del barrio de Triunvirato.

Atildado en el vestir,
medio mandón en el trato;
negro el chambergo y la ropa,
negro el charol del zapato.

Como luz para el manejo.
Le marcaba un garabato
en la cara al más garifo,
de un solo brinco, a lo gato.

El hombre, según se sabe,
tiene firmado un contrato
con la muerte. En cada esquina
lo anda acechando el mal rato.

Ni la cuartiada ni el grito
lo salvan al candidato.
La muerte sabe, señores,
llegar con sumo recato.

Un balazo lo paró
en Thames y Triunvirato.
Se mudó a un barrio vecino:
el de la quinta del ñato.

Bailarín y jugador,
no sé si chino o mulato.
Lo mimaba el conventillo;
que hoy se llama inquilinato.

A las pardas zaguaneras
no les resultaba ingrato
el amor de ese valiente
que les dio tan buenos ratos.





domingo, 11 de diciembre de 2011

Balada Para Un Loco ( Astor Piazzolla )


Las tardecitas de Buenos Aires tienen ese que se yo, ¿ viste?
Salgo de casa por Arenales, lo de siempre en la calle y en mi...
Cuando, de repente, detrás de un árbol, se aparece él.
Mezcla rara de penúltimo linyera
y de primer polizonte en el viaje a Venus.
Medio melón en la cabeza,
las rayas de la camisa pintadas en la piel,
dos medias suelas clavadas en los pies
y una banderita de taxi libre levantada en cada mano.
Parece que sólo yo lo veo,
Porque él pasa entre la gente y los maniquíes le guiñan,
los semáforos le dan tres luces celestes
y las naranjas del frutero de la esquina
le tiran azahares.
Y así, medio bailando y medio volando,
se saca el melón, me saluda,
me regala una banderita y me dice:


Ya sé que estoy piantao, piantao, piantao...
No ves que va la luna rodando por Callao,
que un corso de astronautas y niños, con un vals,
me baila alrededor... ¡Bailá! ¡Vení! ¡Volá!


Ya sé que estoy piantao, piantao, piantao...
Yo miro a Buenos Aires del nido de un gorrión
y a vos te vi tan triste... ¡Vení! ¡Volá! ¡Sentí!...
el loco berretín que tengo para vos.


¡Loco! ¡Loco! ¡Loco!
Cuando anochezca en tu porteña soledad,
por la ribera de tu sábana vendré
con un poema y un trombón
a desvelarte el corazón.


¡Loco! ¡Loco! ¡Loco!
Como un acróbata demente saltaré,
sobre el abismo de tu escote hasta sentir
que enloquecí tu corazón de libertad...
¡Ya vas a ver!


Y así diciendo, el loco me convida
a andar en su ilusión super-sport.
Y vamos a correr por las cornisas
¡con una golondrina en el motor!


De Vieytes nos aplauden: "¡Viva! ¡Viva!",
los locos que inventaron el Amor,
y un ángel y un soldado y una niña
nos dan un valsecito bailador.


Nos sale a saludar la gente linda...
Y loco, pero tuyo, ¡qué sé yo!:
provoca campanarios con su risa,
y al fin, me mira, y canta a media voz:


Quereme así, piantao, piantao, piantao...
Trepate a esta ternura de locos que hay en mi,
ponete esta peluca de alondras, ¡y volá!
¡Volá conmigo ya! ¡Vení, volá, vení!


Quereme así, piantao, piantao, piantao...
Abrite los amores que vamos a intentar
la mágica locura total de revivir...
¡Vení, volá, vení! ¡Trai-lai-la-larará!


¡Viva! ¡Viva! ¡Viva!
Loco él y loca yo...
¡Locos! ¡Locos! ¡Locos!
¡Loco él y loca yo...



jueves, 8 de diciembre de 2011

Unidos Por La Luz ( José María Hinojosa )

  
Bajo una misma luz 
están nuestras cabezas.

Tu corazón y el mío 
cantan sobre las piedras 
cuando la noche oculta 
los rugidos de fieras.

¿Tu corazón y el mío eran sólo de arena?
Por el desierto arrastran los camellos sus penas 
y llevan en sus ojos oasis de palmeras.

¿Tú corazón y el mío 
eran sólo de arena?

Por el desierto arrastran
los camellos sus penas
y llevan en sus ojos
oasis de palmeras.

¿Tu corazón y el mío
eran sólo de arena?

Nuestras sombras unidas 
florecen en la tierra. 
  
 

domingo, 4 de diciembre de 2011

La Última Flor Del Otoño de Edith Södergran. Versión de Renato Sandoval e Irma Sítanen


Yo soy la última flor del otoño.
Fui mecida en la cuna del verano,
fui puesta en guardia contra el viento del norte,
rojas llamas florecieron
en mis albas mejillas.

Yo soy la última flor del otoño.


Soy la simiente más joven de la primavera difunta,
es tan fácil ser la última en morir:
he visto el lago tan mágico y azul,
he oído latir el corazón del verano difunto,
mi cáliz sólo contiene la semilla de la muerte.


Yo soy la última flor del otoño.


He visto sus profundidades estelares,
he contemplado la luz de cálidos hogares lejanos,
es tan fácil seguir la misma senda,
cerraré las puertas de la muerte.


Yo soy la última flor del otoño.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Tránsito ( Leopoldo de Luis)

 
 
Como la música del tiempo
suena tu paso próximo. Resbala
tu sombra cual los días en fluyente
transitar por mis surcos, como un agua.

Flotamos en el tiempo, en el continuo
ir del río. Nos lleva. Nos desgasta
lentamente. Nos suena honda en el pecho
la rota frialdad de su cascada.

Fuimos de abril. Teníamos
una luz inefable, como un ala.
Flor o pájaro o nombre
del amor, en el sueño y en la rama.

Fuimos también de mayo. Dulcemente
el mirar como un fruto se doraba
de presagios. Madura y entreabierta
la fresca pulpa en que el besar se abrasa.

El estío nos hizo arena ardiente,
carne encendida de besada playa
donde blancos caballos como espuma
por la sangre de agosto se avalanzan.

Como cuerpos de otoño nos amamos
bajo la luz dulcísima y dorada
y sentimos el cobre de noviembre
de hermosura sonar en nuestras almas.

Cuánto diciembre acude, cuánto enero
cerca del amor, la vida, la esperanza.
Por la nieve tus pasos cómo suenan
a rosas deshojadas.

Somos de tiempo, Soledad y tiempo
nos vuelven sombra y nada.
 
 
 
 

En Tus Ojos ( Francisco Onieva)


Lo que veo en tus ojos
es el vacío de una ausencia,
es la luz azufrada,
detrás de la colina,
de un sol envejecido,
que agranda la alameda
y echa la llave
del horizonte.


Lo que veo en tus ojos
son las piedras heladas de las lindes,
las ramas doloridas de los álamos
-también sienten el frío-,
es el silencio
que en tus palabras se oye,
es la honda humanidad
de la luz de diciembre.

Último Brindis ( Nicanor Parra) ( Premio Cervantes 2011)

 
Lo queramos o no
sólo tenemos tres alternativas:
el ayer, el presente y el mañana.

Y ni siquiera tres
porque como dice el filósofo
el ayer es ayer
nos pertenece sólo en el recuerdo:
a la rosa que ya se deshojó
no se le puede sacar otro pétalo.

Las cartas por jugar
son solamente dos:
el presente y el día de mañana.

Y ni siquiera dos
porque es un hecho bien establecido
que el presente no existe
sino en la medida en que se hace pasado
y ya pasó...
como la juventud.

En resumidas cuentas
sólo nos va quedando el mañana:
yo levanto mi copa
por ese día que no llega nunca
pero que es lo único
de lo que realmente disponemos.